martes, 23 de septiembre de 2008

Gallina que cacarea, pone el primer huevo?


Y sí... porque no puede ser de otra manera. El "más grande, lejos... muy lejos" (mmm desde lejos no se ven), es decir, el deportivo bataraza, de nuevo está en crisis. Y que se les pide? Huevos. Increiblemente, el gallinero más grande del mundo no pone huevos (eso sí, siguen manteniendo su dominio como exportadores de pollos con pechos prominentes y escarchados).

En un par de años no ganaron nada, y empezaron a cocorear. "El presidente es un tirano... un dictador" manifiestan las batarazas en el hall del gallinero (las mismas gallinas que lo votaron - reafirmando los votos- unos meses antes).

Los hinchas le tiraron maíz (sí, eso mismo que los bosteros le tiraban en la bombonera) en el monumental!!!, algunos le pedían algo de la mística xeneize... algunos jugadores le pedían lo mismo a la hichada. Increíble.

Después ganaron un campeonato (a los vuelos), y se agrandaron (olvidándose de la derrotas avergonzantes que vivieron ese mismo semestre)... ahora, pierden con San Martín de Tucuman y de nuevo empiezan a reclamar huevos. Tristes...

Sin palabras



domingo, 21 de septiembre de 2008

"Vamos por la Intercontinental"

La biografía no-autorizada de Dalcio Giovagnoli

¿Cuánto conocemos de aquellos que hacen grande la historia de balompié cordobés? Poco y nada. Por eso vamos a presentar biografías de aquellos que se encargaron de engrandecer el balompié de nuestra provincia.

Hoy será el caso del desconocido Dalcio Giovagnoli, DT de Belgrano de Córdoba. Usted, señora Rosa, se debe estar preguntando: ¿Pero quién garcha es Dalcio Giovagnoli, y por qué carajo, y la recalcada concha de la lora me tiene que importar? Nosotros creemos que la señora Rosa es una maleducada o mal aprendida, y además afirmamos que debemos informar sobre estas personas que buscan llevar el fútbol cordobés hacia la Copa Intercontinental de Clubes. Sobretodo con Giovagnoli, que tiene una historia rica en curiosidades.

Dalcio Giovagnoli, nace como esas cosas raras de la vida. Como el yogurt, el roquefort o la penicilina. Nace un 23 de Mayo de 1963 en un pueblo de Chubut llamado “Cajón de Ginebra Chico”. Hijo de palurdos campesinos zoofilicos.

Desde chico se interesa por el sadomasoquismo. Como todo niño, abraza el fútbol como deporte predilecto. Tempranamente se da cuenta que es un perro jugando y no llega a las primeras selecciones del "Pan y Queso". Sabiendo que es un tronco como futbolista, y un bombero como arbitro, decide abandonar el balompié.

En su adolescencia, inclinandose por la ideología Tántrica, conoce al hoy conocido locutor y nudista, Rolando Hanglin, quien se transforma en su maestro gurú y quien le da dos consejos para la vida: "pibe... primero: dedicáte a la Dirección Técnica, ya que sos un tronco; y segundo: nunca te agaches a buscar el jabón".

Dalcio Giovagnoli, hace caso ante sabios consejos y se transforma en el DT de "Guillermo's Nimo Athletic Club", un equipo de metegol. El cual queda en bancarrota luego que se gastara toda la caja del club en un juego de cubiertos importados de Taiwán. La deuda de $25, fue fatal y termina en bancarrota.

En los siguientes años aprende todo lo posible, gracias a los consejos de aquellos que hicieron grandes el balón pie argentino. Aquellos eran San Filippo, Niembro, y a toda la familia Bielsa (en 2 meses engordó 13 kilos).

En esos años también conoció a Guillermo Francella, pero no le dió ningún consejo (sabemos que fue determinante para concentrarse en su carrera tecnica), solo le dijo: “es una nenaaaaa!”, ante la reiterada y tajante observación de Giovagnoli a unos turgentes y pubertos pechos que se bamboleaban a su lado.

Sabiendo ya tanto sobre fútbol, comienza su tarea como DT de equipos importantes. El entrenador dirigió en Chacarita Juniors, Tiro Federal, Comisión de Actividades Infantiles, San Martín de Mendoza, Deportivo Cuenca de Ecuador, Wilsterman y Oriente Petrolero de Bolivia, entre otros.

"Mmmm... el año que viene lo pongo a Kaká de mediapunta y si no me traen a Gerrard me voy..."



Fuente: "Historia sobre los grandes del fútbol argentino". de LAZZARI, Lita.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

“Fucking Bad-Drug” (Maldito Maladroga)

Sir Brian May opina sobre fútbol


Con motivo de la anunciada visita del nuevo Queen a la Argentina, The Imagini’s Herald se comunicó mediante los astros con el físico y guitarrista de la banda. Sir Brian May demostró ser un amplio conocedor de la temática futbolera, y uno de los primeros nombres que surgió en la charla fue el de Maradona. Al preguntarle al músico inglés acerca de si invitarían nuevamente a Diego al escenario -tal como hicieran en 1981, cuando el fallecido Freddie Mercury y el futbolista intercambiaron sus remeras-, May afirmó categórico: “Con Fucking Bud-Drug no cambio ni las cuerdas de la guitarra”. El motivo, explicó éste, se debe a aquél polémico gol con “La mano de Dios” en el Mundial de Méjico de 1986.

A continuación se interrogó al rockero sobre qué deportista argentino sí era de su agrado, a lo cual no dudó en responder: “Juan Sebastián Verón, gracias a él jugamos con 12 en el Mundial de Corea-Japón de 2002”.

En el transcurso de la entrevista, May se permitió explayarse también sobre jugadores de Inglaterra, a los cuales catalogó sin reparos como “pechos-fríos” en función de las últimas actuaciones de la selección británica en copas mundiales y competiciones europeas. “Está bien -reconoció el guitarrista-, el Manchester United ganó la Champions League, pero sus figuras fueron un portugués, un argentino, un par de franceses, un holandés, un chinito (interpretamos que se quiso referir al coreano Park Ji- Sung) y otro que no se de dónde carajo es (aquí suponemos se trataría del galés Ryan Giggs o del senegalés Patrice Evrá)”.

Por último, y aprovechando los amplios conocimientos de May en materia física y astronómica, se le solicitó su opinión acerca del modo en que este campo y el astrológico son explotados en Argentina. “Y… mirá, te voy a ser sincero, Horangel no es mal tipo, pero es un charlatán. Hace rato que sigo su guía de pronósticos y con mi signo no pega una. El que valía la pena, aunque no estuviera vinculado de un modo directo con la materia, era Víctor Sueiro: él era el único que sabía desplazarse entre la tierra y el cielo en detrimento de cualquiera de las leyes físicas”.

“La mano de Dios”, la que no hace gracia a Sir Brian May

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Proyecto de abandonar el Gallinómetro

Basta de silencios atroces


Sabido es que el público espectador de la selección nacional de fútbol no es el mismo que domingo a domingo acompaña a los equipos a la cancha. En estos últimos casos suele tratarse de hinchadas afianzadas en las gradas, con una mística compuesta por banderas, colores y cantos que las identifica y diferencia del resto. La afición albiceleste, en cambio, estaría compuesta por un público más heterogéneo y espontáneo, que por causa de las esporádicas presentaciones no encuentra manera de afirmarse en el folklore mencionado. En tal caracteres residiría el que a estos hinchas les cueste trascender el mero “Vamos, vamos, Argentina, vamos, vamos a ganar…”, pero además, si se toma en cuenta el escenario en que la selección ejerce su localía -el Monumental del club River Plate- y la barra brava que se impone en el mismo -los “Borrachos del Tablón”- la frialdad que se hace palpable en las tribunas es aún más inteligible.

Un estadio que fue acusado, por un propio jugador millonario, de permanecer en “Silencio atroz” (recordar el enfrentamiento contra San Lorenzo por la Copa Libertadores), no encuentra demasiados réditos a la hora de mantenerse como sede del combinado nacional. Que quede claro entonces, River -sus jugadores, su cancha, su público- ha sido y será pecho frío; allí se prefiere el insultar y cruzarse brazos (por tan burro que sea Heinze) antes que apoyar a los futbolistas bajo marcadores desfavorables. Dejémonos de joder entonces que en Islandia hay hoy en día más presión y calor. Escuchar a los fanáticos paraguayos cantar “Somos locales otra vez” por encima de las voces nacionales fue un verdadero agravio al honor y orgullo argentino, semejante a aquel propiciada por el 5 a 0 de Colombia. Es menester por lo tanto el mudar, aunque sea de modo alternado, la localía del equipo de Basile (además que los habitantes del interior merecen contar con mayores oportunidades de acceder a dichos espectáculos, algo que se ejerce en casi todos los países del mundo, pero que es evitado por el Padrino Grondona) y dejar ese páramo helado rojo y blanco para los recitales de Madonna y Tití Fernández.

Los argumentos contrarios son entendibles: en el Monumental se levantó la Copa del Mundo, la selección no contagia, la Bombonera es chica, en Bajo Flores le afanan hasta a Messi, en el Chateau cordobés no se ve un choto, en Rosario -que siempre estuvo cerca- los hinchas de Newell’s se pegan un tiro antes que pisar el Gigante de Arroyito, el norte nunca estuvo cerca (para los jugadores seleccionados), etcétera. Pero no alcanzan a justificar el mantener el Gallinómetro en su privilegiado status de camposanto y bien valdría el ensayar una mudanza.

“Olé es yeta”

En una temática relacionada, el seleccionador local, Alfio Basile (de quien es conocido el fervor supersticioso), se refirió en tales epítetos al diario deportivo de Clarín. La cuestión estaba centrada en las tapas de las ediciones de los días viernes 5 y sábado 6 de septiembre (día que Argentina empató con Paraguay). En la primera se veía a Tévez y Abbondanzieri sobre la impronta de dejar chiquita la pelota; el arquero se fue lesionado y el delantero expulsado (sólo faltaba agregar a Heinze en dicha imagen).

En la segunda se titulaba con un “¡Dame fuego!” una foto en que se observaba a algunos jugadores presentándose en el Monumental; y ya nos hemos explayado sobre la frialdad de ese estadio. Por ello, el “Coco” pidió expresamente prescindir de imágenes semejantes, y Olé cumplió mediante una portada en la que se observa una figura pagana del Perú. Al ser consultado al respecto, el entrenador manifestó: “No comments”, pero es sabido que -de no lograr un triunfo el día de hoy en territorio incaico- más de un muñeco vudú va a sufrir las consecuencias.